ILARGIA

 Sihara Nuño





Primera lección: que no te vean; que no te huelan; que no te escuchen. 


Imagina lo noche más

oscura. La más oscura, antes de la luz. Antes de Edison y nuestra civilización moderna. 

Ahí donde ha estado desde hace millones de años, la Luna. Noche, oscuridad, luna. La ansiedad de una madre alimentando a su cría, protegiéndola. La supervivencia como único fin. Ni dentro, ni fuera de la cueva se está a salvo. Al interior las bestias; al exterior las bestias, el frío, la lluvia. La cría sobre el pecho. 

A la mañana siguiente, durante la recolecta, la cría oculta (recuerda: que no te vean, que no te huelan, que no te escuchen) pero la cría de humano es torpe, incapaz de mantenerse a salvo, de controlar su cuerpo, de conseguir su propio alimento, casi de cualquier cosa. Aprenderá, sea cual sea la especie, llega el día que tienen que valerse por sí mismos. Aprenderá. 

Contemplando la luna, ante un cielo nigérrimo, el misterio. 

La criatura se agita mientras duerme, la madre le acaricia y la consuela (piensa como el poeta: tranquila, es la vida, asusta pero merece la pena). La cría llora y algunas veces es un alivio, anuncia el llanto su estar; algunas otras angustia, muestra su vulnerabilidad y delata su ubicación. 


*


Me convertiste en cráter.

Cicatriz fósil de nuestra unión 


*


Quizá yo sólo sea una bestia 

y ella sea una roca. 


El mineral desconocido 

de mi poema. 


*


¿Cómo se denomina al ser 

que es dos veces uno 

en un mismo cuerpo?


*


El embarazo es 

una situación brutal 

de la naturaleza.  


*


Mamiferamente. 

Así te amo.